Al crear un negocio, disponer de al menos 1 administrador es esencial para su funcionamiento. Estos líderes tienen diferentes obligaciones y límites, dependiendo del tipo de administrador elejido, como el administrador único. En este artículo nos enfocaremos en uno de los más comunes: el administrador solidario de una empresa. ¿Qué características ofrece? ¡Sigue leyendo para averiguar si es el mejor para tu compañía!
Funciones del Administrador solidario
El administrador solidario es la entidad encargada de administrar y representar a una sociedad. Esta figura se utiliza en todos los tipos de sociedades, pero se encuentra con mayor frecuencia en las sociedades limitadas.
El administrador tiene una enorme obligación en el interior de la compañía y, por consiguiente adquiere un significado superior en sociedades limitadas, no existiendo la participación del patrimonio individual de los administradores. Por otro lado, en una sociedad anónima, la selección debería efectuarse con mucha precaución, ya que esta persona podría tomar la decisión unilateral de liquidar acciones sin previo consenso de la asamblea de titulares.
A continuación, explicaremos las tareas más importantes que desempeña, algunas de las cuales pueden ser realizadas con un certificado digital:
- Interactuar con los agentes externos representando a la empresa.
- Tomar decisiones relacionadas con el funcionamiento de la empresa, como la firma de una deuda.
- Autorizar a terceros para actuar en nombre de la sociedad.
- Designar un nuevo administrador cuando lo considere necesario.
- Contratar y despedir personal.
- Destituir a los administradores cuando hayan excedido sus responsabilidades, no cumplan con sus funciones o no se logren los resultados previstos.
- Como se puede ver, el administrador solidario desempeña un papel muy importante en la gestión de la empresa.
¿Debe ser autónomo el administrador solidario?
La respuesta es depende. Si eres administrador solidario de una sociedad y además eres uno de los socios de la misma, estás obligado a darte de alta como autónomo, independientemente del porcentaje de participación que te corresponda, ya que se entiende que vas adquirir funciones de dirección y gerencia dentro de la empresa. En cambio, si eres administrador solidario pero no eres socio de la empresa, pueden darse dos supuestos diferentes:
- Trabajador por cuenta ajena: si realizas tareas de administración pero no tienes capital en la empresa, entonces eres un asalariado y, por tanto, no estás obligado a darte de alta como autónomo, aunque seas administrador solidario.
- Trabajador por cuenta propia: en este caso, el administrador solidario debe ser autónomo, ya que, aun sin formar parte de la junta de socios, va a facturar a la empresa por sus servicios prestados como profesional independiente.
¿Pueden existir 2 administradores solidarios en una empresa?
Es común toparse con la existencia de dos o más administradores solidarios en compañías, especialmente en aquéllas en las cuales los dueños dividen el capital al 50%. Esta es una opción usual para los titulares de sociedades limitadas pequeñas, puesto que les da mucha prontitud en los trámites.
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