¿Verdad que cuidas la forma en que te presentas ante tus clientes?
Si bien, realmente, la relevancia de tu aspecto empalidece con la apariencia de tu local. Y la primera cosa con que se encuentran tus clientes es tu fachada.
Los clientes desean saber lo que les ofreces: tus productos o bien tus servicios. Y para esto deben quedar prendados ya desde el exterior: sentir el impulso de entrar.
¿Ya has pensado que hacer a fin de que tus clientes atraviesen tu puerta?
– Publicidad, desde entonces
– Tener un buen producto o bien servicio, es evidente
– Y cuidar la apariencia de tu local: es clave.
Objetivo: que tu fachada atraiga las miradas, que llame la atención, que muestre una información clara de lo que haces o bien vendes. Que se destaque de su ambiente, mas que asimismo esté integrada en él. Todo para provocar las ganas de entrar.
Te sirve para distinguirte, o bien, ¿por qué razón no?, a fin de que todo el mundo identifique ese establecimiento tan familiar, que hallamos en todas y cada una de las partes y que nos hace sentir siempre y en toda circunstancia como en casa, la sensación de estar escuchando, tienes que comprar aqui.
Claramente, la fachada es el cuadro donde pintas tu primer mensaje de márketing: entra, ven a verme. “Aquí encontrarás lo que estás buscando”.
Y con ella puedes comunicar tu imagen de marca:
– Provocas la sensación de gran lujo, o bien por contra, de alcanzable,
– de práctico,
– de diversión, o bien de seriedad,
– de belleza,
– de irreprimible
– de lo que desees…
Bueno, pues a trabajar con los elementos que vas a utilizar: un escaparate atrayente, una banderola vintage atractiva, una puerta vistosa y de simple acceso. Materiales, colores, iluminación…
Un momento: ¿tienes asimismo claros los trámites legales que debes cumplir? Puesto que entonces, te voy a enseñar algo:
Los límites que impone la normativa a tu inventiva
Pues la fachada es tuya, sí, mas no solo tuya. Es parte integrante de un edificio y aparte de la vía pública. Veredicto: está sometida a unas reglas que sobrepasan tu gusto y tu capricho.
Y esto se aplica a:
– el color
– la tipología,
– los materiales de que está hecha,
– los entrantes y salientes,
– las rejas,
– los escaparates
– las ventanas,
– las escaleras,
– las puertas,
– el género de carpintería,
– los toldos,
– los rótulos promocionales,
– la iluminación,
– y ya paro, ya…, si bien aún quedan más aspectos que estimar.
¿Quien te condiciona en tu fachada?
La comunidad de vecinos
Comienza conociendo amigos: habla con tus vecinos hoy mismo.
La Comunidad de vecinos de la que forma parte tu local va a tener sus estatutos, sus indicaciones y, con toda seguridad, sus gustos.
En los estatutos, o bien aun en pactos entre dueños, pueden existir reglas que hagan referencia a la estética de la fachada: colores, formas y salientes, o bien aparatos que se pueden colgar en ella (como carteles o bien equipos de aire acondicionado).
Con lo que proponte conocer lo que te afecta. Habla con el presidente o bien el administrador a fin de que te faciliten los estatutos y para revisar si necesitas un permiso para alguna instalación. Intenta moverte pronto y solucionar estas dudas ya antes de, pongamos, adquirir un mega cartel y descubrir entonces que se ponen de perfil contigo. (Te comes el cartel seguro.)